Síndrome cuboide

por Dr. Sandra Landers, MD, PhD
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¿Qué es un síndrome cuboide?

El síndrome cuboide es la causa común de dolor lateral del pie. El dolor está en el lado externo del pie. Este síndrome afecta particularmente a atletas y bailarinas de belleza.

Otros nombres para el síndrome del cuboides: el otro nombre para el síndrome del cuboides es subluxación del cuboides, cuboides bloqueado, síndrome de falla del cuboides, cuboides caído y neuritis plantar lateral.

¿Cómo funciona el hueso cuboides?

Al proporcionar estabilidad al lado externo de la parte media del pie, el hueso cuboides juega un papel importante. Es uno de los pequeños huesos en el lado externo de la mitad del pie. Es uno de los cinco huesos que juntos forman la parte media del pie y el otro es navicular y tres huesos cuneiformes. Se une por detrás del calcáneo a través de una serie de fuertes ligamentos junto con la cápsula articular que forma la articulación calcáneocuboidea, mientras que en el interior forma una articulación con el cuarto y quinto metatarsianos. Junto con otros huesos del medio pie, el hueso cuboides distribuye el peso del cuerpo para ayudar a las personas a caminar y también estabiliza el pie. (1)

Síntomas

El síndrome cuboide presenta dolor en la parte exterior del pie que puede referirse a través del pie y hasta los dedos y el tobillo. El dolor suele empeorar cuando se carga peso, especialmente por la mañana, en terrenos irregulares, saltando o brincando, cambiando rápidamente de dirección, y los síntomas tienden a aliviarse con el descanso. Caminar es difícil y las personas con subluxación del cuboides a menudo caminan cojeando en un intento por mantener su peso en la parte exterior del pie.

El hueso suele estar sensible al tacto y el área puede estar ligeramente hinchada y enrojecida. El pie también puede sentirse débil, especialmente durante la fase de impulso al caminar, saltar y correr. (2)

El síndrome también presenta algunos síntomas típicos como:

  • Dolor sordo agudo o crónico alrededor del lado externo de la parte media del pie
  • Dificultades para caminar
  • El dolor aumenta cuando el paciente presiona el pie y comienza a caminar
  • Algunos pacientes pueden caminar de puntillas para evitar la presión y el peso sobre el hueso cuboides
  • El dolor a menudo se difunde a lo largo de la parte lateral del pie entre la articulación CC y la cuarta y/o quinta articulación cuboides-metatarsiana.
  • Rodando los arcos del pie.
  • Una marcha antálgica
  • puede irradiar por todo el pie
  • Un ligero surco sobre el dorso del cuboides.
  • una ligera prominencia o plenitud en la superficie plantar puede estar presente con subluxación
  • eritema
  • edema
  • equimosis (3), (9)
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Factores de riesgo

Los factores de riesgo para el síndrome cuboide se pueden sospechar de la siguiente manera:

  • Esguinces de tobillo
  • Ejercicio físico
  • Inestabilidad del tarso medio
  • Calzado mal ajustado
  • Inadecuada recuperación de la actividad física.
  • Entrenamiento físico en superficies irregulares
  • Obesidad

Causas

Una lesión repentina o fuerzas gradualmente repetitivas en el pie pueden dañar los tejidos blandos de soporte y hacer que el hueso cuboides se mueva fuera de su posición real. Esto conduce a un bloqueo que limita el movimiento de los huesos circundantes en el pie.

Hay tres causas principales para el síndrome cuboide. Ellos son:

Trauma severo/lesión

La lesión más común que causa la subluxación del cuboides es un esguince de inversión del tobillo. Esto sucede cuando el pie y el hueso del talón son forzados hacia adentro mientras que el cuboides es forzado hacia afuera. Esto daña los tejidos blandos que sostienen el hueso en su lugar y hace que se disloque parcialmente. En esta etapa, el dolor suele aparecer de repente.

Actividades físicas repetitivas del pie:   el músculo peroneo largo corre por el lado externo de la parte inferior de la pierna y se une al lado externo del pie. La tensión ejercida a través de este músculo por actividades repetitivas como el ballet, correr y saltar puede causar una tracción excesiva en el hueso que causa subluxación. En este caso, los síntomas se observan gradualmente con el tiempo y, a menudo, fluctúan.

Biomecánica alterada del pie: la mayoría de las personas que padecen el síndrome del cuboides tienen pies sobrepronados, es decir, pies planos.

Un movimiento de baile repetitivo (baile de belleza) ejerce presión sobre el pie y puede causar problemas. Correr descalzo también puede conducir a una biometría alterada del pie y provoca un dolor sordo en la parte media del pie. (7), (8)

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¿Cómo diagnosticar el síndrome del cuboides?

El diagnóstico de un síndrome del cuboides subluxado puede ser difícil y puede ser mal diagnosticado. Las imágenes, como las radiografías, las resonancias magnéticas y las tomografías computarizadas, a menudo no muestran un síndrome cuboide. Pero pueden ser útiles para descartar otras causas de dolor.

No existe una prueba concluyente para el síndrome cuboide. Pero generalmente se evalúa para ver si hay dolor y rigidez al palpar el hueso. El pie también se puede mover hacia adentro y hacia afuera para ver si provoca dolor o hacer que el paciente intente saltar. Algunos profesionales de la salud pueden usar la prueba de aducción del tarso medio para evaluar la afección.  (6)

El síndrome cuboide a menudo no se diagnostica con esguinces de tobillo. Se debe considerar el síndrome cuboide si los síntomas continúan más de tres meses después de un esguince por inversión.

Tratamiento

Seguir tratamientos exitosos ayudará a mantener el hueso en la posición correcta y a tratar cualquier síntoma persistente. Existen varias opciones de tratamiento para el síndrome cuboide:

1. Manipulación

El tratamiento más exitoso para un cuboides subluxado es reubicar el hueso en la parte posterior en su posición correcta. El respectivo profesional de la salud, como un médico, fisioterapeuta o podólogo, realizará una manipulación, que es un empuje de pequeña amplitud y alta velocidad hacia el hueso para reubicarlo. Esto debe ser realizado por un profesional capacitado. Los síntomas generalmente se resolverán de inmediato. Las manipulaciones no son adecuadas si sufre de enfermedad ósea, gota, fractura, artritis nerviosa o reumatoide o problemas vasculares.

2. Terapia de hielo

La terapia con hielo puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor del síndrome cuboide. Coloque una bolsa de hielo o una bolsa de verduras congeladas envueltas en un paño de cocina sobre el pie durante diez minutos a la vez.

3. Cuña cuboide/relleno

Se le puede dar al paciente una pequeña cuña de espuma para usar en el zapato que también ayuda a sostener el hueso en la posición correcta. También ayuda a prevenir la recurrencia de la subluxación en el futuro.

4. Vendaje de compresión

Para minimizar el movimiento del pie, se puede usar un vendaje de comprensión. Por esta elevación de la pierna afectada y reposo es necesario para una pronta recuperación. (4)

5. Grabación

El vendaje de un tobillo y el pie se usa a menudo para apoyar y estabilizar los huesos del pie y mantener el cuboides en su lugar mientras se curan los tejidos blandos circundantes. El vendaje debe permitir que el paciente camine sin dolor.

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6. Descanso

Es muy importante descansar de las actividades agravantes durante la curación del pie. Se requiere el uso de muletas por un corto período de tiempo para mantener el peso fuera del pie lesionado.

7. Ortesis

Un pie plano es un factor que contribuye a desarrollar el síndrome cuboide. Se deben dar plantillas ortopédicas para usar en sus zapatos para corregir la posición de su pie para aliviar la tensión en el tendón peroneo largo y apoyar los huesos y arcos del pie. También ayuda a la alineación adecuada de los huesos del pie.

8. Ejercicios

Los ejercicios de movimiento y los ejercicios de fortalecimiento deben realizarse diariamente para evitar que el pie se ponga rígido y débil. Si una vez que los síntomas se han asentado, también se deben introducir ejercicios de equilibrio. Si se ignora el trabajo de equilibrio, corre un mayor riesgo de sufrir más lesiones en el tobillo y el pie, como esguinces de tobillo en el futuro. (5)

Los ejercicios deben comenzar tan pronto como sea posible y continuarse hasta que se restablezca la función completa del pie. Los casos crónicos tardarán más en sanar.

Pronóstico

Las ortesis pueden reducir una pronación excesiva y también pueden prevenir la recurrencia del síndrome cuboide. El estiramiento del gastrocnemio, el tendón de la corva, el sóleo, el peroneo largo y el fortalecimiento de los músculos extrínsecos e intrínsecos del pie ayudan a prevenir la recurrencia del síndrome cuboide. El dolor generalmente se reduce después del descanso completo. Puede responder favorablemente a la manipulación.

Referencias:

  1. Baravarian B. Dilemas diagnósticos: una guía para comprender y tratar el dolor de la columna lateral. Podología Hoy. 2005;18(3):100-105
  2. Blakeslee TJ, Morris JL. Síndrome cuboide y la importancia de la estabilidad de la articulación mediotarsiana. J Am Podiatr Med Assoc. 1987;77(12):638-642
  3. Bojsen-Moller F. Articulación calcaneocuboidea y estabilidad del arco longitudinal del pie en impulsos de marcha alta y baja. J Anat. 1979;129:165-176
  4. Caselli MA, Pantelaras N. Cómo tratar el síndrome cuboide en un atleta. Podología Hoy. 2004;17(10):76-80
  5. Dorn-Lange NV, Nauck T, Lohrer H, Arentz S, Konerding MA. Morfología de los ligamentos calcaneocuboideo dorsal y lateral. Pie Tobillo Int. 2008;29(9):942-949
  6. Hardy RH. Observaciones sobre la estructura y propiedades del ligamento calcaneo-navicular plantar en el hombre. J Anat. 1951;85(2):135-139
  7. Houtz SJ, Walsh FP. Análisis electromiográfico de la función de los músculos que actúan sobre el tobillo durante la carga con especial referencia al tríceps sural. J Bone Joint Surg Am. 1959;41:1469-1481
  8. Khan K, Brown J, Vass N, et al. Lesiones por uso excesivo en el ballet clásico. Medicina deportiva 1995;19(5):341-357
  9. Kolker D, Marti CB, Gautier E. Fractura-dislocación pericuboidea con subluxación cuboide. Pie Tobillo Int. 2002;23(2):163-167

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