Síndrome del seno del tarso

por Dr. Sandra Landers, MD, PhD
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¿Qué es el síndrome del seno del tarso?

El síndrome del seno del tarso es una consecuencia de los movimientos excesivos de la articulación subastragalina (articulación taloccánea). Conduce a la aparición de sinovitis de la articulación subastragalina, así como a la infiltración de tejido fibrótico en el espacio del seno del tarso.

El síndrome del seno del tarso representa un trastorno clínico caracterizado por la presencia de dolor anterolateral en el tobillo. Es causada por las lesiones traumáticas en el tobillo. (1)

El seno del tarso representa un espacio anatómico en el pie que está rodeado por los huesos astrágalo y calcáneo, la articulación talonavicular y subastragalina posterior. El seno del tarso consta de tejido adiposo, vasos arteriales, recesos articulares en el lado posterior, fibras nerviosas y cinco ligamentos.

Los ligamentos del seno del tarso son partes laterales, intermedias y mediales del retináculo extensor inferior, el ligamento cervical y el ligamento interóseo.

Etiopatogenia

El síndrome del seno del tarso es causado por un evento traumático o distorsiones concomitantes del tobillo. Tales lesiones conducen a un deterioro severo del interóseo talocrural y los ligamentos cervicales.

En consecuencia, existe una inestabilidad de la articulación subastragalina que conduce a una supinación y pronación sobreexpresadas en este tobillo. En ese caso, hay una mayor presión sobre el espacio del seno del tarso y sus tejidos correspondientes.

La articulación subastragalina sobrecargada y la sinovitis asociada con el proceso inflamatorio crónico junto con la infiltración fibrosa son las características del dolor anterolateral del tobillo en el síndrome del seno del tarso.

Además, tales lesiones pueden conducir a un deterioro más severo de las articulaciones tibioastragalina y talocalcánea que conducen a una mayor movilidad e inestabilidad del pie en general. En los atletas, existe un mayor riesgo de aparición de inestabilidad después de una lesión en el tobillo.

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El mecanismo de lesión más comúnmente informado es después de un salto o caída que conduce a un tipo de lesión por latigazo cervical. En tal caso, existe el movimiento del astrágalo anteriormente y sobre el calcáneo.

Anatomía

La articulación subastragalina consiste en la articulación del astrágalo y el calcáneo en la superficie anterior, media y posterior. Hay ligamentos externos e internos de apoyo que brindan estabilidad estática a la articulación subastragalina. Los ligamentos externos son el peroné calcáneo y el ligamento deltoideo. Estabilizan la articulación talocrural.

En caso de rotura de ligamentos internos, el movimiento de la articulación subastragalina se ve afectado y conduce a la inestabilidad. En caso de supinación y pronación de la articulación subastragalina, dicho movimiento se ve afectado y provoca daños adicionales.

El espacio del seno del tarso se compone de varios tejidos conectivos que estabilizan la articulación subastragalina. Su tejido adiposo está formado por varios mecanorreceptores y fibras nerviosas para las sensaciones propioceptivas adecuadas. En el espacio del seno del tarso hay numerosas anastomosis vasculares de las arterias del canal del tarso.

El músculo extensor digitorum brevis está unido a la porción medial, lateral y distal del espacio del seno del tarso. Cruza sobre la articulación calcaneocuboidea.

Las porciones del músculo extensor inferior se colocan sobre las partes laterales del espacio del seno del tarso y son su cubierta superficial.

Signos y síntomas

Los principales síntomas del síndrome del seno del tarso son dolor lateral del pie, dolor local en el sitio de palpación, principalmente sobre el seno del tarso e inestabilidad del pie.

El síndrome del seno del tarso es consecuencia de una lesión previa tipo inversión de la extremidad inferior. La modalidad diagnóstica más precisa es el uso de resonancia magnética (IRM) en la investigación de los hallazgos patológicos correspondientes.

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Los signos clínicos más destacados son dolor localizado en la región del seno del tarso si se aplica fuerza de presión. En caso de síntomas más severos, hay una apertura lateral del seno del tarso.

En caso de lesión aguda del tobillo, los signos clínicos son dolor, hinchazón, equimosis y sensibilidad en las partes anterolaterales del tobillo.

Diagnóstico

El examen físico completo de la articulación talocrural y subastragalina es de vital importancia. Es necesario detectar los signos de hiperlaxitud de las extremidades correspondientes.

Los signos más prominentes del síndrome del seno del tarso son molestias en el espacio del seno del tarso y sensación de inestabilidad en combinación con movimientos pronatorios y supinadores de la articulación subastragalina. (2)

Existen ciertas pruebas para el síndrome del seno del tarso y la articulación subastragalina. Para investigar la estabilidad de la articulación talocrural, se puede realizar una prueba de inclinación del astrágalo junto con las partes anterior y posterior del astrágalo. (3) Además, se puede investigar la movilidad del tobillo contralateral para evaluar si el individuo tiene mayor movilidad articular.

La prueba de estabilidad se realiza con el individuo en posición supina del tobillo en 10 grados de dorsiflexión, manteniendo la articulación talocrural en una posición estable. Luego se estabiliza el pie con la mano del médico, mientras se aplica presión de inversión y rotación interna al calcáneo.

Es posible que se requieran imágenes de diagnóstico adicionales para evaluar la estabilidad de la articulación subastragalina. Las imágenes radiográficas se realizan de acuerdo con las vistas de estrés de Boden que representan una serie de imágenes del tobillo y el pie realizadas oblicuamente y lateralmente.

La fluoroscopia de estrés permite la visualización de los movimientos de la articulación subastragalina con la aplicación de radiación de bajo nivel , (4)

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La resonancia magnética representa el método más preciso hasta ahora en la visualización de las estructuras dentro de los ligamentos interóseos y cervicales. Los hallazgos de la resonancia magnética pueden incluir cambios degenerativos en la articulación subastragalina y los ligamentos correspondientes.

El enfoque diagnóstico más preciso es la inyección de anestésico local seguida de la ausencia de dolor.

Tratamiento

El más importante es dirigir el tratamiento médico para estabilizar la articulación subastragalina y la función general de las extremidades inferiores.

Rehabilitación

Se recomienda continuar con la rehabilitación física con entrenamiento del equilibrio y propioceptivo para fortalecer los músculos. También es recomendable la aplicación de tobilleras, zapatos, vendajes y ortesis de pie en casos seleccionados.

En caso de no documentarse progreso, es necesario realizar una exploración artroscópica así como la reconstrucción de la articulación subastragalina. Actualmente, existe la posibilidad de realizar una sinovectomía de la articulación subastragalina, una artrotomía para eliminar la sinovitis crónica y la artrofibosis.

Los ligamentos cervicales e interóseos pueden reconstruirse dividiendo el tendón del peroneo corto y aplicando el injerto. Una reconstrucción triligamentosa es un procedimiento reservado para pacientes con inestabilidad severa de las articulaciones talocrural y subastragalina. En individuos con síntomas debilitantes constantes, existe la necesidad de una arthodesis. (5)

REFERENCIAS

  1. Pisani G et al. Síndrome del seno del tarso e inestabilidad de la articulación subastragalina. Clin Podiatr Med Surg. 2005 enero; 22 (1): 63-77, vii.
  2. Kevin Helgeson. Examen e intervención para el síndrome del seno del tarso.N Am J Sports Phys Ther. 2009 febrero; 4(1): 29–37.
  3. Hale SA, Hertel J. Confiabilidad y sensibilidad del índice de discapacidad de pie y tobillo en sujetos con inestabilidad crónica de tobillo. Tren J Athl. 2005;40:35–40
  4. Hertel J, Denegar CR, Monroe MM, Stokes WL.Inestabilidad de la articulación talocrural y subastragalina después de un esguince de tobillo lateral.Med Sci Sports Exerc. 1999 noviembre; 31 (11): 1501-8.
  5. Magee DJ, Zachazewski JE. Principios del entrenamiento de estabilización. En: Magee DJ, Zachajewski JE, Quillen WS, editores. Fundamentos Científicos y Principios de la Práctica en Rehabilitación Musculoesquelética. San Luis: Elsevier; 2007: 388–413

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