Síndrome de la médula anclada: síntomas, cirugía, tratamiento, causas

por Dr. Sandra Landers, MD, PhD
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¿Qué es el síndrome de la médula anclada?

El síndrome de la médula anclada es un trastorno neurológico conocido que afecta a la médula espinal. Como consecuencia de este síndrome, habrá restricción de movimientos. Por lo general, la afección afecta al niño después del nacimiento.

Hay un defecto congénito que hace que la médula espinal se adhiera de manera anormal a los tejidos que rodean la base de la columna. La condición también se considera progresiva, lo que hace que la vida del niño sea difícil de sobrellevar cuando no se toman medidas. Cuando se habló por primera vez de la afección, hace años, se la describió como un tumor graso en el sacro conectado a las membranas de la columna.

Síntomas

Se observa que los afectados con el síndrome de la médula anclada manifiestan lo siguiente:

  • La espalda del niño tiene una masa grasa y un parche piloso. Las manchas o mechones de feria se denominan hipertricosis. También se observan hoyuelos en la piel.
  • Como la parte inferior de la médula espinal se ve afectada, se espera que el niño manifieste problemas con el control de los intestinos y la vejiga. Habrá dificultad en el control intestinal. Se manifiesta vaciamiento vesical incompleto. El niño es propenso a sufrir infecciones del tracto urinario. A medida que el bebé entra en la niñez, los padres tendrán dificultades para enseñarle a ir al baño.
  • El niño se quejaba persistentemente de dolor de espalda. Existe una mayor posibilidad de desarrollar escoliosis. La respuesta sensorial está disminuida en las piernas y los pies del niño. La forma de caminar también se altera. El niño se debilita fácilmente después de caminar y es más prominente cuando uno está deambulando.
  • Se observan anomalías cutáneas entre los casos de síndrome de la médula anclada. Se ha informado que alrededor del 80 por ciento de los afectados por el síndrome del núcleo anclado tienen este problema. Los adultos sin embargo manifestarán menos anomalías en la piel en comparación con los que están en su infancia.
  • El niño también puede desarrollar deformidades en las piernas. Es probable la afectación de las extremidades, especialmente las inferiores.
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Causas

La condición se considera como una anomalía congénita que afecta la médula espinal. La médula espinal anclada se desarrolla de las siguientes maneras:

  • Un niño con espina bífida corre el mayor riesgo de desarrollar el síndrome de la médula anclada. La espina bífida se conoce como una afección espinal que resultó de una abertura en la columna. Cuando el niño tiene una lesión o anomalía de la médula espinal subyacente, el síndrome de la médula espinal anclada es una gran posibilidad de desarrollar.
  • Otra forma de defecto de la médula espinal, la espina bífida oculta, dará como resultado el síndrome de la médula anclada.
  • El tracto del seno dérmico y la diastematomielia son anomalías congénitas que pueden causar el síndrome de la médula anclada.
  • Un lipoma subyacente, que es un crecimiento benigno, es otro factor desencadenante del síndrome de la médula anclada.
  • Un evento traumático que ha afectado mucho la columna vertebral puede resultar o causar el síndrome de la médula anclada.

Diagnóstico

El síndrome de la médula anclada se puede diagnosticar a través de las siguientes pruebas:

  • Pruebas de imagen . Se puede ordenar una resonancia magnética para visualizar cualquier forma de anomalía en el área de la médula espinal. Las raíces nerviosas también se pueden evaluar durante esta prueba. Se puede identificar cualquier forma de agrandamiento de la médula espinal. Otra prueba de imagen es la tomografía computarizada. Esta prueba puede generar imágenes con la ayuda o el uso de un tinte especial. Un ultrasonido también es útil en el proceso de diagnóstico de la condición. El mielograma es un examen de diagnóstico que implica el uso de una radiografía y la visualización de la médula espinal y los nervios con la introducción de un tinte de contraste en el saco tecal.
  • Pruebas urodinámicas . Esta prueba se realiza para determinar la función de la vejiga del niño. Se recopilará la historia médica del cliente y los síntomas que presenta.
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Tratamiento y Cirugía

El tratamiento del síndrome de la médula anclada está dirigido a aliviar las manifestaciones. Los siguientes son los remedios propuestos para el síndrome de la médula anclada:

Intervención quirúrgica

La desatadura del cordón es el tratamiento más ideal para el síndrome del cordón anclado. Sólo se sugiere o recomienda cuando los síntomas de presentación del niño son insoportables y se notan signos de deterioro. Dicha intervención consiste en abrir una pequeña porción de la zona lumbar donde se encuentra la parte afectada. Se realiza la disección de las inserciones de tejido para liberar la anomalía congénita. Luego, la incisión se coserá hacia atrás. Después de la cirugía, se coloca al niño en posición supina para evitar la fuga de líquido cefalorraquídeo. El período de recuperación tomará tiempo a medida que se logre cierto grado de función normal del músculo y control de la vejiga.

Cuidado posquirúrgico

Mantener al cliente alejado de infecciones es imprescindible. Se debe vigilar de cerca la infección ya que el paciente corre el riesgo de adquirirla. Las tendencias de sangrado también deben ser vigiladas. Después de la cirugía, se requiere que el niño sea admitido por un máximo de 5 días para monitorear el estado del cliente. El alivio del dolor se logra con el uso de analgésicos intravenosos o analgésicos.

Pronóstico

La condición presenta un buen pronóstico, más especialmente cuando el síndrome ha sido tratado en el tiempo más temprano posible. La detección temprana con cumplimiento del régimen de tratamiento puede resultar en un buen pronóstico. Se obtienen más posibilidades de recuperación cuando el niño se somete a cirugía.

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