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Es posible que esté familiarizado con el término “ganglios linfáticos”, pero, ¿realmente sabe cuáles son o cómo funciona su sistema linfático para mantenerse saludable? No se pierda esta guía esencial para comprender el sistema linfático y cómo puede estimularlo para un filtrado aún más efectivo.
¿Qué es el sistema linfático?
Los glóbulos blancos que combaten la infección se transportan a través de su cuerpo en un fluido conocido como linfa. El sistema linfático constituye la red completa de tejidos y órganos que transportan la linfa y ayuda a liberar al cuerpo de toxinas, impurezas y otros materiales no deseados que pueden enfermarlo. Considérelo un sistema de drenaje extensivo que ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio de líquidos y combatir las infecciones.
Al igual que el sistema circulatorio que transporta la sangre por el cuerpo a través de los capilares, las venas y las arterias, el sistema linfático se compone de vasos linfáticos que se conectan a cientos de nódulos linfáticos. Sin embargo, a diferencia del sistema circulatorio, la linfa no se recircula por todo el cuerpo, sino que se desplaza hacia arriba, hacia el cuello, donde se reabsorbe en el sistema circulatorio a través de las venas.
¿Cómo se forma el líquido linfático?
Los vasos linfáticos transportan el líquido linfático, los materiales de desecho y los nutrientes entre los tejidos del cuerpo y el torrente sanguíneo, y los ganglios linfáticos son glándulas pequeñas en forma de frijol que filtran las sustancias. Los ganglios linfáticos contienen linfocitos llamados células T y células B que ayudan a evitar la infección.
A medida que su sangre, compuesta de plasma, agua, plaquetas y glóbulos rojos y blancos, pasa a través de los tejidos de su cuerpo, difunde nutrientes, gases y desechos a través de paredes capilares delgadas. Para evitar la acumulación de líquido intersticial en los espacios entre las células de los tejidos durante este proceso, los capilares linfáticos absorben el líquido, y eso se conoce como linfa.
Otros componentes importantes del sistema linfático incluyen:
Las amígdalas , ubicadas en la faringe (detrás de la garganta detrás de la nariz y la boca), son un gran grupo de células linfáticas y, a menudo, son la primera línea de defensa contra la infección.
Timo : las células T o los linfocitos T, maduran en este órgano justo encima del corazón y son responsables de destruir las células cancerosas o infectadas.
Bazo : ubicado en el lado izquierdo del cuerpo sobre el riñón, el bazo es el órgano linfático más grande y produce glóbulos blancos que combaten las infecciones
¿Cómo combate el cuerpo la infección?
Cuando un microbio extraño como la bacteria o un virus ingresa a su sistema, generalmente a través de gotas de saliva de alguien tosiendo o estornudando y tocando un área que luego toca o estrechando su mano, por ejemplo, su cuerpo primero tiene que reconocer que está allí.
Sus órganos linfáticos detectan patógenos infecciosos, como se los llama, lo que estimula las respuestas linfáticas e inmunes para combatir a los invasores.
En un esfuerzo por evitar la replicación y propagación de microbios infecciosos, el sistema linfático liberará glóbulos blancos que producen anticuerpos, o proteínas que atrapan y destruyen gérmenes que causan enfermedades.
Los ganglios linfáticos ayudan a filtrar los gérmenes del líquido linfático y a eliminarlos para evitar que se enferme. El sistema inmune también responderá a la infección con síntomas que podría reconocer como fiebre, secreción nasal o dolor de cabeza: esta es la manera que tiene el cuerpo de crear un ambiente hostil y proteger a los microbios malos.
¿Cómo se puede estimular el sistema linfático?
Si bien el diseño natural del cuerpo mantiene el funcionamiento del sistema linfático, a veces una dieta deficiente, un estado de salud, inactividad y exposición ambiental pueden sobrecargar la operación de drenaje y conducir a una inmunidad debilitada y una filtración reducida.
A diferencia de su sangre, la linfa no puede bombearse por todo el cuerpo, sino que depende de la contracción y relajación de los músculos para moverse.
Cuando las toxinas se acumulan en un sistema linfático estancado, no solo sufre su inmunidad, sino que incluso puede ver consecuencias visibles como celulitis, miembros inflamados por retención de líquidos, depósitos de grasa, eczema y más. Es importante impulsar el sistema linfático para que las cosas se mantengan en movimiento y protejan tu cuerpo de forma efectiva. Hay varias formas de lograr esto, que incluyen:
Cepillado en seco : aumente la circulación y estimule los ganglios linfáticos con un cepillado en seco, o frote y cepille la piel con un cepillo de cerdas suaves pero gruesas una o dos veces al día. Trabaja en círculos y comienza desde las piernas moviéndose hacia arriba, hacia el corazón. Más información aquí sobre los mejores cepillos secos para desintoxicación, exfoliación y limpieza de poros.
Mantenerse hidratado : como su sangre, el líquido linfático está compuesto principalmente de agua. Mantenerse adecuadamente hidratado bebiendo agua regularmente durante todo el día puede ayudar a mantener el sistema en movimiento, eliminando las toxinas y los residuos acumulados.
Masaje : similar al cepillado en seco, la presión profunda y la manipulación del masaje en los tejidos puede ayudar a mejorar el flujo linfático y la circulación. El masaje linfático se dirige específicamente hacia la movilización del líquido linfático hacia arriba para ser reabsorbido por el torrente sanguíneo.
Alimentos crudos y hierbas : muchas dietas de desintoxicación se concentran en activar el funcionamiento linfático revitalizado y las mejores maneras son mediante el consumo de alimentos crudos y hierbas que combaten la inflamación, liberan antioxidantes, neutralizan la acidez y liberan enzimas para disolver las toxinas. Esto ayuda a quitar algunas de las cargas del sistema linfático.
Consideraciones finales
La actividad física regular y ejercicios como el yoga son beneficiosos para su salud general en la reducción del riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca, diabetes, demencia y más. Parte de la clave del ejercicio es estimular el flujo linfático y la capacidad natural del cuerpo para combatir los patógenos que pueden infectar y dañar los órganos vitales. Entender mejor el sistema linfático y su papel crítico en su salud puede equiparlo con los conocimientos y las herramientas que necesita para mantenerse saludable.
